Escrito en la Ruta
POITIERS – ANGOULÊME (Francia) 13:08 22
de enero de 2013
-¿Te acuerdas esa vez? Preguntó él.
- Sabes que mi memoria no me ayuda mucho, hago el esfuerzo
y nada sucede. Recuérdamelo, cuéntame la
historia- dijo ella, acariciándole la mano.
- En este aeropuerto te fuiste una vez de mis brazos. Me
diste un beso un poco angustiada por la mirada de los que te despedían en ese
instante, pero luego me diste esa mirada que tranquilizaría el momento. Te diste la vuelta y comenzaste a andar, unos
segundos después giraste y sostuvimos nuestras miradas por unos segundos más,
pude notar tu tristeza. Nunca te gustaron las despedidas.
- ¿Ves aquél avión?
- Sí, respondió ella
-Pues es el mismo al que te subiste ese día, yo fui uno de
los testigos desde este ventanal en el
que estamos ahora. Llevabas una mochila que era tan pesada que presentía que en
cualquier momento te caerías hacia atrás como una tortuga. Se notaba la emoción
con la que cargabas, ibas a conocer un mundo diferente. Ibas a salir de tu burbuja
para traspasar los horizontes con los que soñabas.
-Y te fuiste. Así
como jugabas a volar ondulando tus manos, así
te elevaste en el cielo y desapareciste unos segundos después.
Atravesaste muchas nubes para finalmente llegar muy lejos de mí.
- ¿Ahora si lo recuerdas?
- sí…
Escrito en la sala
de la casa 5590 en la calle Antonio Díaz Villamil, La Paz, 26 de enero 2013
-Ese día desperté ansiosa. Afirmo ella. Habían muchas cosas
que debí hacer, que debí decir, pero no logre hacerlo todo.
-Sí, pero me dejaste infinidad de recuerdos y…
-Cállate! Exclamo ella, dándole una suave palmada en la mano.
Déjeme terminar, viene a mi memoria ese último beso, deseaba mucho dártelo,
besarte frente a casi toda mi familia fue una hazaña, supongo que para ti fue
algo incómodo…
-muy incómodo yo diría
-Ash! Ya no me
interrumpas pues! Decía que para ti debió ser un poco, o muy incómodo, ya no
importa, lo que sí, yo estaba llena de emoción pero me sentía angustiada, por
todo y por todos, por mí por ti y por nosotros. Apenas había entrado en el
avión y ya quería volver al aeropuerto para besarte una vez más, pasaron los
segundos tan rápido y yo ya estaba tan lejos de ti.
-Estabas lejos, pero después de ese beso me dejaste en el
aeropuerto con toda tu familia y una enorme interrogante en sus ojos, yo solo
quería irme de allí. Me sentía muy triste, pero me mantenía la idea de que
volverías algún día. Aun siento el gran apretón de mano que me dio tu papá,
dijo él haciendo un puño, y el suave abrazo de tu mamá.
Una sonrisa se dibuja en la cara de ambos, una suave risa
sale de los arrugados labios de ella y él le dice:
-Me podrías dar un último primer beso como ese?
-Sí….
Escrito en 22 Bis
Rue Marguerite d’Angoulême (FRANCIA) 13:38, 27 de enero de 2013
Ella se acercó lentamente y sintió esa energía de nuevo. Esa
energía fuerte como la de un imán, que atraía sus labios con los suyos y no
dejaba que se separasen.
Luego de ese momento perfecto se contemplaron por algunos
instantes hasta que ella dijo:
- Es increíble, que cada uno de nuestros besos tengan el
mismo efecto en mí como el primero que nos dimos un martes por la tarde en mi
casa. ¿Lo recuerdas?
- Jamás lo podré olvidar…
Ambos cruzaron sus miradas unos segundos, parecía que
repetían aquel escenario otra vez en sus mentes.
- Realmente estábamos muy enamorados en esa época ¿no? Dijo
ella sonriendo
- Así es, tuvimos una bella época juntos, algo que quedará
siempre en nuestras memorias.
Ella miró hacia el gran ventanal detrás suyo y suspiró.
Afuera hacía un día soleado, sin una sola nube en el cielo. Un típico día de invierno en La Paz, uno de aquellos que ella
extrañaba tanto.
Escrito en 22 Bis
Rue Marguerite d’Angoulême (Francia) 22:24
4 de marzo de 2013
- Si… respóndeme una cosa ¿Por qué nos separamos? ¿Porqué
nos alejamos tanto uno del otro? Preguntó ella.
- No sé, quizás fue simplemente nuestro orgullo. Estábamos
tan lastimados ambos que nuestras decisiones fueron hechas inmediatamente con
la cabeza caliente. Y así decidimos tomar caminos separados.
- Fue duro, verte feliz al lado de otra persona. Quizás era
el momento que más temía de todos y lo estaba viviendo en ese justo instante.
Lloré una noche entera, sentía impotencia y mis manos me temblaban.
El rostro de ella cambió de repente, se podía ver nostalgia
en el brillo de sus ojos. Él le tomó la mano y la observó hasta decir:
- Tú también encontraste tu propio camino, encontraste tu
propia felicidad y la viviste cada día. Tomamos decisiones todo el tiempo y
algunas cosas en la vida son impredecibles, ¿no lo crees?
- Es verdad, ella sonrió de nuevo. Las cosas han cambiado
tanto desde entonces, los años han pasado y hemos vivido tantas cosas, cada uno por su lado.
- La vida nos ha dado tanto alegrías como fracasos pero aquí estamos, contentos y no nos
arrepentimos de nada.
- Tienes razón, cada
día valió la pena y ahora todo tiene sentido, ahora si puedo creer en el destino. Ella bajó la mirada pero él sabía que estaba
sonriendo.
De repente se escuchó un anuncio en el fondo…
“….El vuelo 354 con
destino a París - Francia anuncia su abordaje por puerta 22…”
- Bueno, ese es mío, debo irme, dijo ella. Fue interesante haberte
encontrado aquí después de tanto tiempo. Cuídate mucho, siempre.
El sonrió y besando su mejilla le dijo:
- - Tú también… adiós Laura
Tomando su maleta, ella comenzó a andar hasta perderse entre
la multitud del aeropuerto. Y aquel avión del ventanal volvió a partir una última
vez.
1 Opiniones Cotidianas:
Hola Lauri
muy bueno lo que contas, te ha pasado a vos?
creo que algo de eso
un beso enorme Carmen
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