domingo, julio 25, 2010

El vestido negro, mi primera Boda y mis futuros 21 años.

El sábado 24 de julio, asistí a mi primera boda. En realidad había asistido a algunas bodas antes cuando era más pequeña y eran de otras religiones, realmente esperaba poder asistir a una boda tradicional católica y poder ver la ceremonia...el sí, las lágrimas de los familiares y las caras interminablemente felices de los invitados.
Eran más o menos las 3 de la tarde y no sabía que ponerme, no había entrado a la ducha todavía y el tiempo me pisaba por detrás. Abrí mi closet y vi todos los vestidos de fiesta...allí estaba mi vestido negro, parecía que me sonreía, decidí que era su turno esta véz. Lo saqué ciudadosamente para que no se arrugara ni nada por el estilo y permaneciera así, sonriente y delicioso. Este es un vestido de seda precioso y me encanta ya que esta cargado de mucha energía positiva. Simplemente no podía esperar a salir de la ducha y ponermelo otra vez...
El tiempo me pisaba más y más, la ceremonia era a las 5 de la tarde y ya eran como las 4:15. Me puse el vestido y jugué un momento con él...era bellísimo, como hace algunos meses, me hice un moño simple y decidí que ya estaba lista. El momento de salir mi mamá me detuvo y me dijo que mi peinado no era decente como para una boda (creo que mi concepto de decencia esta muy alejado del de mi madre), asi que me dió algo de dinero y me obligó a ir a la peluquería a buscar esa "decencia" que me tardó más de media hora. Al salir de la peluquería me dí cuenta que el vestido sí se merecia algo más que un simple moño hecho en un minuto, ví que con el peinado el vestido se veía aun más espectacular. Ya estaba media hora tarde y con la esperanza de que la novia se atrasara un poco tomé un taxi directo a la Iglesia. Para mi mala suerte ésta novia era muy puntual así que me perdí él sí de los novios y las lágrimas de la familia...ni modo, pero aún me quedaba el resto de la noche para disfrutar de mi vestido negro.
Finalizada la ceremonia todos nos dirigimos hacia el salón de fiesta, éste quedaba a unas cuadras de la iglesia así que no hubo problema alguno para llegar. Cuando entramos noté primeramente la hermosa decoración con rosas rojas y manteles blancos, era tan romántico y sencillo a la vez. Me recordó a una de las razones por la que amo ese vestido negro, el romanticismo con el que está cargado.
Durante la fiesta, pusieron salsa para bailar. Otra razón por la que adoro a ese vestido... es que combinado con salsa produce endorfinas en mi cuerpo, me invade la felicidad más dulce y sin sentido de este planeta, me invaden las ganas de gritar y bailar sin parar. Para añadir más razones a mi éxtasis la novia habia contratado una "fountain de chocolate" ...que mejor combinación que salsa, vestido negro, éxtasis y chocolate!!!. Me sentí muy bien en ese paraíso inundado de amor fresco.
Mientras bailaba salsa ví que cuando giraba el vestido se elevaba y danzaba con el viento, recordé cuanto me gustaba la gracilidad y ligereza con las que el vestido contaba. Es así como mi imaginación me llevó a París debajo de la torre Eiffel a bailar salsa en mis 21 años...mágico, al volver a mi realidad vi que la novia también estaba en el mismo trance mientras bailaba con el novio, quizás era el efecto del amor o simplemente el abundante vino de la fiesta... Creo que es el efecto que tiene un vestido especial... :D

3 Opiniones Cotidianas:

Verónica O.M. dijo...

¡Hola! pasé a darte las gracias, saludarte y quedarme.
Sin duda llevarías un vestido negro maravilloso, y estarías guapísima.
Te deseo un buen fin de semana
Un abrazo

Unknown dijo...

waaaaa pero que cosas!!! la magia de una prenda que trae consigo me recuerda a alfonso :S aum

Lau dijo...

Vero... gracias por los deseos, y por quedarte y ser mi primer comentario, me emocioné bastante :D
monn1n!t4...espero que alfonso sea o haya sido alguien especial.

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