viernes, septiembre 10, 2010

Ya lo entendí Septiembre...

Septiembre... más conocido como el mes de las flores, del aire primaveral, de los colores, del amor... y etcéteras, suele ser un mes espontáneo y alucinógeno para mí. Lo peculiar es que mi Septiembre se ocupa de regalarme un semáforo para esta temporada, sí, así es...un semáforo tal y como se lo imaginan.
Hace exactamente un año pasó por primera vez, uno de los primeros días de septiembre entré a mi cuarto y allí estaba sonriente...un semáforo de calle. En un principio no entendía que hacía un semáforo postrado en mi cama, además de que estaba apagado y tenía una nota que decía "utilízame"... ¿Utilizame? ¿De qué me sirve un semáforo en mi vida? Lo puse a un lado y no le dí ninguna importancia, con el paso de los días al fin lo  entendí. Este semáforo tenía una función importante... llegaría cierto momento en el que tendría que decidir cual de sus luces encender. Lamentablemente le pedí que diera verde cuando debí pedirle dar rojo y esto desencadenó en una serie de "catástrofes vehiculares". Algunos heridos graves y destrozos materiales los cuales pago hasta el día de hoy. Todo esto pasó por la curiosidad y el conformismo de dar verde cuando debía dar rojo...maldito semáforo.

Hace algunos días llegué de un día agotador directo a mi cama...y ¡vaya sorpresa! Un nuevo semáforo me esperaba allí. Estaba vez ya no estaba sobre mi cama, estaba tirado en el suelo boca arriba esperando que lo levantara... lo ignoré para pensar que era tan solo una idea en mi cabeza, seguramente al día siguiente desaparecería como un sueño... La mañana siguiente desperté y lo primero que vi fue al maldito semáforo que ya no estaba en el suelo sino que miraba por la ventana. Sabía lo que significaba... tendría que encender alguna de sus luces pronto y ésta vez tendría que ser cuidadosa...no ilusa como la última vez.

Esa misma noche, al llegar a casa me recosté y mientras trataba de recordar lo que debía hacer después, lo vi apoyado contra la puerta del closet con sus luces apagadas dirigidas hacia mí... suspiré y me quedé allí, en esa conexión de miradas absolutas...

- Maldito, maldito, maldito seas... Semáforo!

Hubo un silencio total, cuando repentinamente dejé de respirar al escucharlo responderme...

- Maldita tú por tu indecisión, me ignoras e ignoras...¿no ves que ya me quiero ir?

Bien... lo que me faltaba, un semáforo hispano parlante...

- ¿Así que puedes hablar? Eso más me faltaba... ¡más presión de un semáforo parlante!
- Si puedo hablar... siempre lo hice, pero nunca intentaste hablar conmigo, para variar...
- Ah...claro, ¡que estúpida! como pude olvidar que los semáforos también hablan español...
- No has olvidado tu sarcasmo desde la última vez ¿eh?... ¡Utilízame!
- ¡NO!
- ¿Tienes miedo? Como has cambiado...la última vez fue tan espontáneo y rápido...¡VERDE!
- Tú sabes muy bien lo que ocurrió la última vez, ¡gracias ti causé un gran desorden!
-  Fue gracioso, debes admitirlo

- ¿Gracioso? de todas formas... ¿Qué haces aquí de nuevo? ¿Es el efecto..."Recuérdame septiembre"?
- No, sabes por que estoy aquí, sabes lo que viene en realidad...
- ¿Porqué ahora semáforo? ¿Porqué no apareciste hace dos meses? ¡Yo te esperaba!
- Hace dos meses, gracias a tu impulsividad, ni me diste la oportunidad de aparecer
- Es verdad... semáforo tienes razón, hace dos meses sólo me aferré a mi crisis emocional sin pensar en hoy...
- ¿Ves? Deberías agradecerme el hecho de que esté aquí hoy, nosotros los semáforos somos objetos muy ocupados y requeridos como verás.
- Pero... ¿qué debo hacer ahora semáforo?
- Lo siento querida, yo sólo digo la cruda verdad, no aconsejo. Mi función es encender una luz y nada más.
- Tengo miedo, de verdad...
- Y no tienes tiempo así que... ¡Utilízame!
- ¡No sé que hacer!  Semáforo, te lo ruego... ¡ten piedad!
- Wow, y ¿desde cuando tienes esa susceptibilidad? Jamás te había escuchado rogar, sin embargo, no preguntaré que sucedió, no quiero saber...
- Ni yo, llorar...
- Bien, bien... querida, tendré un poco de compasión por ti, pero solo ésta vez ¿de acuerdo?
- Gracias...¿qué debo hacer ésta vez?

- Enciende mi luz Amarilla, te daré más tiempo esta ocasión.... pero recuerda, muy pronto tendré que partir y no tendrás más opciones ya...
- Lo tengo en mente, semáforo...
Me acerqué muy despacio y encendí lentamente su luz amarilla....era muy brillante y me recordó a la luz de esa vela de hace tiempo ya, que desprendía algún tipo de... esperanza (suspiro)
(...)

3 Opiniones Cotidianas:

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Parece que el semáforo decía:
"""" no seas impulsiva , párate a pensar"""
Después que haces o dejas de hacer las cosas, el tiempo no te deja regresar.
Me gusta tu entrada , no solo por el contenido , también tu creatividad. Un beso

Lau dijo...

gracias, encontré la perfecta traducción para lo q decía mi invitado sorpresa :D

Lola dijo...

Hola, has hecho una fábula perfecta sobre el tiempo, tiempo para avanzar, tiempo para parar, para pensar...deberíamos de ponernos un semáforo en nuestra cabezita, para que nos fuese avisando. Avanza, para un poco, ve con precaución...
Muy bueno!!!!!
Un abrazo desde el corazón.

Publicar un comentario